La ubicación es excelente, a pasos del convento.

Fachada que proyecta el IMAX cultural, cercanía a las antiguas pirámides, ubicación frente al convento de San Antonio Abad

No hay estacionamiento dentro del hotel, encontrarlo puede ser complicado!!! Agua de la regadera sale escasa y no hay crema corporal!!! Más información sobre actividades locales sería útil!!!

Es un lugar encantador, con instalaciones deliciosas y un ambiente lleno de historia. La ubicación es perfecta, justo frente a la plaza principal. Ideal para disfrutar de la esencia del lugar y relajarse en sus bonitos jardines.

El desayuno era tan básico que esperé a que trajeran el menú de la cena.

Recomendado para familias que buscan comodidad

El hotel tiene una decoración increíble, con piezas antiguas y un patio donde uno puede relajarse con un café. La vista desde mi balcón fue impresionante, podía ver la plaza y el convento, realmente da una experiencia única.

No fue barato pero aún así aceptable para lo que ofrecen.

disfruté de la cercanía a monumentos y naturaleza

me encantó pasar el tiempo en un ambiente cálido y lleno de personalidad, mientras disfrutaba de la belleza del patio y la fascinante decoración del hotel, todo a solo unos pasos del convento y de parques como Canones, perfectos para pasear y explorar la historia de izamal.

el ambiente decorado con antigüedades es realmente atractivo. el agua de la regadera sale escasa.

un ambiente cálido con excepcionales decoraciones

deliciosos platillos en la cafetería, hermoso jardín con pirámides

poca limpieza en la habitación

La habitación era cómoda, pero no había buena atención al llegar.

Me encantó el balcón con vista increíble al centro. La decoración es única y llena de detalles. Cafetería muy agradable para desayunar. La cercanía al convento y las ruinas es perfecta para explorar la zona.

El desayuno de cortesía, con café y pan tostado muy sabroso, da un buen inicio al día. Las instalaciones son hermosas, con un encantador patio interior lleno de plantas, y la decoración es realmente atractiva. Sin embargo, el servicio durante el desayuno fue lento y la actitud de la recepcionista dejó mucho que desear, lo que afectó un poco la experiencia. La ubicación es inmejorable, justo al lado del convento y cerca de las ruinas mayas.

La ubicación es perfecta, justo frente a la plaza principal de Izamal, y a solo pasos del convento. Las habitaciones son amplias y el hotel tiene un ambiente colonial hermoso con un encantador patio lleno de plantas.

Nada que mencionar.

Una opción inmejorable para ir de compras en Izamal con una buena relación calidad precio. Me encantó la terraza hermosa con vista al convento. Si reservan, pregunten por los desayunos, son sencillos pero muy sabrosos.

el hotel san miguel arcangel es muy acogedor, con una decoración llena de personalidad y detalles originales. su ubicación es perfecta, justo frente a la plaza principal. el ambiente es tranquilo y el desayuno de café con pan incluido fue un buen detalle.

atención del personal puede mejorar 😊.

La decoración del lugar es realmente encantadora, con un estilo que refleja la esencia de Izamal. Disfruté mucho del desayuno que ofrecen, que es simple pero sabroso, con café y pan tostado. Además, la ubicación es ideal, muy cerca del convento y de varios lugares de interés, lo que facilitó explorar la zona. Sin embargo, el estacionamiento puede ser un poco complicado, ya que se encuentra un poco alejado.

La ubicación del hotel San Miguel Arcángel es perfecta, justo frente a la plaza principal de Izamal, y a pocos pasos del convento y varias ruinas mayas. La decoración es única, llena de detalles encantadores que le dan un toque especial. Las instalaciones son muy bonitas, con un hermoso patio interior que invita a relajarse. El desayuno de cortesía, con café y pan tostado delicioso, fue un buen inicio para el día. Sin embargo, el servicio fue un tanto decepcionante. La recepción no fue muy atenta y el personal se veía más interesado en su conversación que en atender a los huéspedes. Además, el desayuno fue un poco lento en servirse, lo cual generó impaciencia.